Debido a las características microclimáticas reinantes en nuestro ámbito geográfico, el potencial productivo presenta en el tomate y la sandía los productos dominantes en producción convencional, permitiendo ofertar algunos de nuestros productos durante todo el año.

Esta realidad es el fruto de la evolución en nuestro saber hacer y el trabajo en la elección de las variedades mejor adaptadas a las condiciones de cultivo que permiten incrementar los niveles de calidad año tras año.